En España, la manipulación del kilometraje en vehículos está penada por la ley y se considera una práctica ilegal. La manipulación del odómetro con el objetivo de disminuir la cifra de kilometraje real de un vehículo conlleva diversas consecuencias legales y administrativas.
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Código Penal Español:
- La manipulación del cuentakilómetros se considera un delito de estafa y está contemplada en el Código Penal español. La práctica de reducir el kilometraje real con el propósito de obtener un beneficio económico se castiga con penas de prisión y multas.
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Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios:
- La manipulación del cuentakilómetros es una práctica engañosa y está prohibida por la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios. Esta ley establece la obligación de proporcionar información clara y veraz sobre el producto o servicio, incluyendo detalles sobre el historial del vehículo.
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Reglamento General de Vehículos:
- El Reglamento General de Vehículos establece que cualquier intervención en el cuentakilómetros debe ser realizada por un profesional y debe quedar registrada. La manipulación con fines fraudulentos, como la disminución del kilometraje, es sancionada.
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Multas y Sanciones Administrativas:
- Además de las consecuencias penales, la manipulación del cuentakilómetros puede resultar en multas administrativas. Las autoridades pueden imponer sanciones económicas y, en casos graves, la retirada de la circulación del vehículo.
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Responsabilidad del Vendedor:
- Por ultimo, el vendedor de un vehículo tiene la obligación legal de informar al comprador sobre el estado real del vehículo, incluyendo el kilometraje. Ocultar o manipular esta información puede llevar a la anulación del contrato de compraventa y a acciones legales por parte del comprador.
Aun así no es fácil demostrar una vez comprado que el vehículo tiene los kilómetros manipulados, y no solo eso, si no demostrar que el vendedor de el vehículo ha sido la persona que lo ha hecho, y resultando una tarea cara que no siempre pude salir a favor del comprador.
Por lo tanto la mejor estrategia es que los consumidores estén alerta y realicen las debidas verificaciones antes de adquirir un vehículo usado para evitar caer víctimas de prácticas fraudulentas.
La transparencia en la información sobre el historial del vehículo es esencial para una transacción justa y segura.